1. Preparar la superficie, eliminando el polvo y la grasa que pudiera haber con un trapo seco.
2. Agitar enérgicamente el producto antes de usar. Rociar a unos 10 cm. de la superficie a tratar, siendo suficiente una única pasada.
3. Esperar 5 segundos a que el disolvente se evapore, antes de proceder a soldar.
4. Una vez realizada la soldadura, dejar enfriar y eliminar los restos de productos simplemente con una bayeta seca.